Qué pediatra no ha escuchado en su consulta la preocupación de los padres de un lactante de 10-12 meses, a veces aún sin iniciar la deambulación, por la manera de colocar el niño los pies.
Consultan asustados porque no observan que el niño tenga arco plantar (puente) en los pies o porque los “mete para adentro” al caminar.
Ello llevó en otras épocas a usar plantillas y otros artilugios ortopédicos desde apenas un año de vida intentando corregir aquel desaguisado ortopédico, que en realidad sólo era una característica fisiológica y propia de la edad del lactante, que no se le dejaba que madurara su aparato locomotor y se le quería establecer el patrón adulto.