Definición de leyenda
La palabra leyenda proviene de legere que en latín significa tanto “elegir” como “leer”. En la Edad Media la palabra latinalegere, en su forma verbal de gerundio, dio origen al término legenda, “algo para ser leído”, que pasó al español como leyenda.
La leyenda es un género de la tradición oral de los pueblos, una narración de acontecimientos naturales -muchas veces tienen como origen un acontecimiento real, a veces histórico- y sobrenaturales, que se trasmite de generación a generación a través del tiempo. Dicha trasmisión puede efectuarse de manera oral o de forma escrita. Como es el caso de los escritores que deciden recopilar leyendas conocidas y redactarlas con el fin de difundirlas entre sus lectores.
Un ejemplo de estos recopiladores lo tenemos en el escritor mexicano Luis González Obregón quien, en el siglo XIX, donde recopiló leyendas y sucedidos de nuestro país en su libro Las calles de México.
Características de la leyenda
Como los mitos, la leyenda expresa la cosmovisión de los miembros de una comunidad, sea esta grande o pequeña. En ella podemos observar la forma de pensar, sentir y actuar, o sea, la visión del mundo de tales miembros. La leyenda nos expresa los valores culturales que en un momento histórico conforman la cultura de los narradores y de los oyentes, ya sean estéticos, morales, filosóficos o religiosos.
Con la leyenda se pretende provocar en el oyente un estímulo que lo maraville, lo asuste o lo confunda.
La leyenda, por ser básicamente y en primera instancia de carácter oral, al ser relatada modifica parte de los hechos que en ellos se narran, aun cuando debemos aclarar que tales modificaciones no afectan el núcleo de la temática principal de que tratan. Estas modificaciones pueden convertirse en varias versiones de una misma leyenda.
Por ejemplo, en el caso de la leyenda de La Llorona se nos relata que se trataba de una mujer de la época prehispánica que se lamentaba por sus hijos, su pueblo, los mexicas, porque los conquistadores españoles del siglo XVI estaban a punto de que llegara a sojuzgar al imperio azteca. Otra versión de La Llorona nos relata que era una mujer de la época colonial que había perdido a sus hijos por ciertas circunstancias terribles que le habían acontecido. Ambas son dos versiones de una misma temática que no perdió su esencia.
La leyenda relata hechos ocurridos en lugares casi siempre conocidos por los integrantes de la comunidad, y se la puede ubicar en el tiempo con mayor o menor facilidad. Los hechos y personajes sobrenaturales que aparecen en las leyendas de carácter sobrenatural pueden ser seres de ultratumba, criaturas fantásticas, milagros efectuados por ciertas divinidades, y acciones malignas que efectúan seres malvados, entre otros muchos personajes más. En ellas, a diferencia de los mitos, no hay personajes que interpreten el papel de dioses. Y todos los personajes sobrenaturales que aparecen en la leyenda interactúan con seres humanos de carne y hueso.
Los personajes sobrenaturales que aparecen en la leyenda se convierten en arquetipos o símbolos, conocidos por la comunidad a la que pertenecen y que pueden aparecer en leyendas de otras comunidades; como es el caso de los chamanes, buenos o malos, que encontramos en las leyendas de todas las comunidades de México, sobre todo en las indígenas. Así pues, los arquetipos de la leyenda: piedras, cuevas, ollas, peñas, mujeres muertas, fantasmas, duendes, etcétera, son arquetipos mágicos y fantasmagóricos que establecen una serie de relaciones entre la existencia real y los mundos irreales, mágicos y religiosos, y en cuyos actos intervienen seres de carne y hueso que sufren las consecuencias de tales acciones, sean estas buenas o no.
Tipos de leyendas
Así como sucede con los mitos, las leyendas pueden tener diferentes temáticas y variados personajes que las diferencian unas de otras, lo que deriva en la existencia de varios tipos de leyendas. Las más importantes y aceptadas son:
Leyendas históricas. Son aquellas que narran acontecimientos que han tenido lugar durante las guerras o cuando se lleva a cabo la conquista de un pueblo a otro. Como ejemplo tenemos la leyenda mexica que nos habla acerca de los portentos y maravillas que anticiparon y sirvieron de augurio para anunciar la inminente conquista española. Las leyendas históricas también se refieren a personajes de la historia de los pueblos a quienes suceden hechos extraordinarios, o que son ellos mismos realizan acciones sorprendentes y fuera de lo normal, como es el caso del famoso curandero guanajuatense al que apodaban El Niño Fidencio.
Leyendas etiológicas. En la cuales se relata el origen de los diversos elementos de la naturaleza, como podrían ser los lagos, peñas, montañas, mares. y ríos. Este es el caso de la Leyenda de los Volcanes, en la que se narra cómo se originaron el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl.
Leyendas escatológicas. En ellas el relato tiene como personajes principales a el Diablo y su maléfica interacción con los seres humanos; o bien a anécdota significativas en la vida de los santos, como se nos relata en la leyenda del indio Juan Diego, a quien se le apareció la Virgen de Guadalupe para que pidiera a las autoridades eclesiásticas que le construyeran una capilla para su veneración. Siglos más tarde, Juan Diego se convirtió en santo.
Leyendas rurales. Son aquellas que tienen como escenario el campo y como personajes principalmente a campesinos que son afectados, para bien o para mal, por acontecimientos en los que intervienen actores sobrenaturales. Un ejemplo de este tipo de leyendas lo tenemos en el relato del Chupacabras, ser extraordinario que se dedicaba a matar animales en el campo mexicano.
Leyendas urbanas. Se trata de aquellas leyendas que suceden en las ciudades de nuestro país en un tiempo muy cercano al actual; o bien en la misma actualidad. Cuando este es el caso, se la suela considerar como una historia moderna que nunca ha sucedido, pero se la considera como verdadera. En ellas interactúan seres fantásticos, sobrenaturales que accionan con hombres reales. O bien, narran hechos misteriosos e incomprensibles. Se relatan hechos falsos pero que conllevan un núcleo verídico que da lugar al desarrollo de la leyenda en cuestión.
Como ejemplo, tenemos la narración que estuvo de moda en México durante los años de la década de los ochenta, cuando empezaron a ser relatadas las muertes de niños a manos de los muñecos de los personajes conocidos como los pitufos.
Debemos tener en cuenta que esta tipología es una herramienta que nos ayuda a clasificar las leyendas; sin embargo, muchas leyendas pueden pertenecer a varios tipos, y para ubicarlas con mayor exactitud se hace necesario un somero análisis del relato a fin de determinar cuál de las acciones y temática que integra el relato es la más importante y proceder así a su clasificación.
Diferencias entre el mito y la leyenda
Aun cuando tanto el mito como la leyenda son relatos que pertenecen a la tradición oral, y por este hecho presenten algunas similitudes narrativas, existen entre ellos muchas diferencias en su contenido y/o temática que nos permiten hablar de dos géneros literarios diferentes. Mencionaremos las más importantes:
La primera diferencia que debemos destacar entre el relato que llamamos mito y el que denominamos leyenda hace referencia a los personajes sobrenaturales que aparecen en ambos. El mito tiene como actores principales a dioses o semidioses que se encargan de efectuar acciones entre ellos o que llevan a cabo con los seres humanos a los cuales ayudan o perjudican, según su capricho divino. El mito integra en su estructura narrativa a personajes que se convierten en arquetipos divinos de diversa índole, en prototipos colectivos. En la leyenda estos actores se convierten también en arquetipos pero que carecen de carácter divino. Como por ejemplo el caso de la mujer que se aparece a los hombres que siguen una mala conducta -borrachos, mujeriegos, etcétera- con el fin de darles muerte como castigo a su deplorable comportamiento. Esta mujer, castigadora, bella, y asesina, la encontramos en multitud de leyendas mexicanas de todos los estados de la República.
Otra diferencia entre ambos relatos nos es dada por el hecho de que el mito da explicación del surgimiento de los dioses que forman parte de las diferentes mitologías existentes, y de la creación del mundo haya ocurrido antes o después de la aparición de los dioses. Cosa que no sucede con la leyenda que no trata de dar respuestas a las incógnitas que el hombre se plantea sobre su origen y sus dioses.
El mito es, por lo tanto, un relato de la tradición oral de carácter fundamentalmente sagrado. En cambio, la leyenda no lo es en el sentido estricto del término sagrado, aunque en ella puedan aparecer personajes como santos, santas, y aun cristos, no tiene como propósito primordial proporcionar explicación sacra de la creación del mundo, de los dioses, y de la naturaleza.
Las leyendas no forman parte de la mitología de los pueblos y, por ende, de la religión establecida, sea esta cual fuere. Las leyendas no integran un todo coherente, como en el caso de la mitología huichola, mexica, griega o católica, sino que son narraciones independientes unas de las otras.
El surgimiento del mito no puede precisarse en el tiempo, aunque si en el espacio (al menos en el espacio mítico), no podemos saber en que momento hizo su aparición. En cambio, la leyenda es ubicable, la mayoría de las veces, en el tiempo y en el espacio particular en que surge, e incluso en algunas ocasiones se conocer la autoría de la misma.