La deidad conocida como Ave Principal es un ser sobrenatural de labio largo, pico ancho, con un ala formada con el perfil de una cabeza de serpiente en el área del hombro. Esta ala se trata de un marcador fonético de la palabra “cielo”, ya que tanto serpiente como cielo son términos homófonos en la lengua maya. El Ave Principal hizo su aparición en el Preclásico Tardío de los estadios culturales mayas, donde aparece ya en varias estelas con sus marcados rasgos de reptil. Es, por supuesto un ave celestial y una deidad solar, a la que en el Período Clásico Temprano se la representaba como un anciano de nariz aguileña, es pues una deidad mítica mitad ave y mitad ser humano
Esta ave tuvo diferentes roles: fue Vucub Caquix, o Siete Guacamaya, el dios que se enfrentó a los héroes gemelos en el relato del Popol Vuh y tomó el papel del Sol; fue representada en las ceremonias de la realeza maya en Petén; y se le asoció con el sacrifico de corazones como aparece en el Códice París, donde vemos a un ave súper adornada con joyas tales como collares y orejeras.
En su papel de Siete Guacamaya, Vucub Caquix, representa a un ser fantástico que reinaba en el Inframundo, Xibalbá, junto con Chimalmat, “la que se torna invisible”, su esposa. Como el dios pecaba de presumido y decía que era el Sol y la Luna, lo cual era mentira, los gemelos sagrados Hunahpú e Ixbalanqué le dieron muerte con engaños; le quitaron sus dientes y le pusieron granos de maíz en sustitución, para después reventarle los ojos.
Sonia Iglesias y Cabrera