Una leyenda posiblemente de Chihuahua nos cuenta que Pascual Piñón nació en 1889 y murió en 1929. Su familia era muy grande, por lo que Piñón tuvo que trabajar desde muy chico en el rancho que tenían. Contaba con una condición muy extraña, pues había nacido con un tumor en la frente. Su vida nunca fue fácil pues todas las personas que le conocían le miraban con repugnancia, y Piñón sufría mucho, porque se sentía un monstruo. Trataba de cubrir su deformidad utilizando un turbante, pero no era suficiente, la malformación se le notaba.
Como Pancho Villa le había despojado del rancho donde vivía con su familia de siete miembros, Piñón decidió irse para los Estados Unidos de Norteamérica. Cuando se encontraba trabajando en Texas como ferrocarrilero, lo vio el dueño del circo Sells-Floto y su Congreso de Personas Extrañas Más Completo del Mundo, de nombre John Schindeler e, impresionado por su deformidad, le llamó a trabajar en su espectáculo.
Piñón aceptó. En la parte de su tumor, se fabricó una cara empleando cera y plata que le colocaron debajo de la piel. Esta operación dio como resultado que el hombre parecía tener dos caras la una sobre la otra. A la falsa cara la llamó María. Empezó a fantasear con su compañera, y hasta llegó a afirmar que María cantaba para hacerlo enojar.
Algún tiempo después de formar parte de la farándula del circo, y cansado de causar horror en los espectadores, Piñón, sumamente deprimido, se operó del tumor, ayudado económicamente por Schindeler, y quedó libre de tal engorro que le había procurado un buen dinerito y decidió regresar a Texas. Cierto tiempo después de ser operado, el hombre de las dos cabezas murió debido a las complicaciones que se presentaron por la intervención quirúrgica.
Algunos estudios afirman que Piñón no tenía un tumor, sino que efectivamente era otra cabeza la que le salía del cráneo, una patología que se conoce con el nombre de craniopagus parasiticus: o sea que cuando se encontraba en el útero de su madre empezó la división embrionaria para producir gemelos, pero no se completó. Pero tan solo fue una hipótesis que no se mantiene, ya que la “cabeza” del supuesto gemelo no nacía encima del cráneo.
El escritor Per Olov Enquist, escribió un libro acerca de Pascual y en él se lee:
Pascual había nacido con dos cabezas. La otra cabeza de mujer, su extraña historia llegó al mundo en algún momento de febrero de 1922 (…) Según sus palabras nació monstruo. Una de sus cabezas, la inferior, era de hombre, completamente normal siempre muy rígida y erguida. Tenía una barba bien poblada y cuidada. Por encima de esta cabeza crecía otra, surgía de su frente como un brote, o como un preso que desesperadamente intenta atravesar la muralla de la cárcel, pero falla, y es condenado a cadena perpetua, encerrado a medias en murallas.
Sonia Iglesias y Cabrera