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El anillo

A principios del siglo XX el poblado de Cuyutlán, Colima, contaba con una estación de trenes muy bonita. Tan bonita era que a un joven se le ocurrió la idea de citar a su novia en esa estación para pedirle matrimonio. La citó a la medianoche y la joven aceptó ir, a pesar de que sabía que sus padres le tenían prohibido salir por la noche, y menos a tan altas horas.

Unos minutos antes de la medianoche, el enamorado llegó y se puso a esperar a su amada en el andén. Mientras la esperaba se puso a juguetear con el anillo de compromiso, mientras ensayabas amorosas palabras para decirle a su querida novia.

La noche era clara y la Luna bañaba la estación iluminándola completamente. En esas estaba el joven cuando de repente el anillo se le escapó de las manos y cayó en las vías del ferrocarril. Rápidamente, saltó el enamorado y se puso, muy consternado, a buscar el famoso anillo. Por fin lo vio entre dos vías y metió la mano para sacarlo. Pero no pudo, y lleno de pavor se dio cuenta de que el brazo se le había atorado entre dos rieles.La estación de trenes de Cuyutlán, Colima.

En ese terrible momento de desesperación, llegó la novia al andén, vio al muchacho e inmediatamente se dio cuenta de lo que ocurría. Intentó como pudo ayudarle a sacar el brazo atorado, pero era imposible, sus fuerzas no le daban y el brazo estaba firmemente atorado. Desesperada, la chica quiso pedir ayuda, pero la estación se encontraba vacía completamente.

En eso, los novios vieron los grandes focos del tren que se acercaba y el fuerte sonido que emitía el silbato, pues el conductor se había percatado de que dos personas se encontraban en las vías.

El enamorado, al ver la cercanía del tren, empujó fuertemente a su novia para sacarla de las vías. El tren pasó a toda velocidad y aplastó el brazo del galán. La novia vio horrorizada cómo salían grandes chorros de sangre del brazo y como agonizaba su querido amante. Al poco rato estaba muerto y la novia sollozaba, incontrolablemente, ante tanta desdicha junto al cadáver del que fuera su amor.

La mujer quedó muy afectada de los nervios y la familia decidió cambiarse a otra población ya que le daban terribles ataques de histeria cada vez que oía el silbato de un tren al pasar por la estación de Cuyutlán.

La chica nunca logró superar el trauma y quedó medio loca para toda la vida.

Sonia Iglesias y Cabrera

 

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La Piedra Lisa

La Piedra Lisa del estado de Colima se encuentra ubicada en un parque cultural y deportivo de la ciudad capital del mismo nombre. La Piedra es una roca de más de dos metros de altura, y como su nombre lo indica es lisa e inclinada. A decir de los estudiosos, la piedra fue arrojada por el Volcán de Colima hace ya muchísimo tiempo. La Piedra Lisa es un verdadero símbolo para los colimenses. Por tal razón, no puede carecer de una leyenda que nos explique su origen. Además, la conseja popular nos dice que aquel que llegare a resbalarse por la Piedra, permanecerá en Colima para siempre.

Hace ya algún tiempo, en la ciudad vivía una mujer que tenía una hija muy bella. Tan bella era que la madre la cuidaba como a la niña de sus ojos y no la dejaba tener amigas ni salir a la calle. Pero la muchacha era joven, y sentía la necesidad de ser libre y pasear con sus amigas. Entonces, la joven optó por el engaño, y cuidando de que se madre no se diese cuenta de su ausencia, se escapaba de su casa para pasear por la bella Ciudad de Colima.

La famosa Piedra Lisa

En una de esas escapadas, se encontró con un hombre joven que pasaba por ser el más guapo de la ciudad y sus alrededores. La chica desobediente se enamoró del galán como una loca. Pero su madre se enteró de lo que acontecía, y sumamente molesta la amonestó y le prohibió cualquier contacto con el guapo muchacho, advirtiéndole que si lo volvía a ver una gran desgracia caería sobre la familia y que ella misma maldeciría a la enamoradiza muchacha.

Pero el amor era más fuerte que cualquier maldición y al otro día la chica volvió a escapar de su casa para encontrarse con el guapo novio, sin percatarse de que su madre la estaba espiando y se había dado cuenta de su huida.

Cuando la madre le dio alcance, le dijo llena de odio: -¡Has vuelto a desobedecer, mala hija, por lo tanto has deshonrado a nuestra familia viendo a escondidas a ese mozalbete! ¡De ahora en adelante te maldigo y desde este sitio solamente podrás ver a las parejas de enamorados, pero nunca tendrás a nadie que te quiera!

Desde ese fatal día, la joven enamorada se convirtió en la famosa Piedra Lisa que ve pasar a los enamorados sin poder jamás amar y ser amada, a causa de la maldición de una madre poco comprensiva y cruel que no la dejó vivir su juventud.

Sonia Iglesias y Cabrera

 

 

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El cura embromado

Una leyenda de Colima, nos cuenta que en el poblado de Suchitlán vivía un brujo-nahual muy famoso y poderoso que tenía la capacidad de convertirse en cualquier animal para ejercer el bien o el mal. Con él acudían las personas que se encontraban enfermas tanto físicamente como del alma, pues de todos era conocida su eficacia.

Un día llegó al pueblo un sacerdote que se enteró de la existencia de dicho brujo. Estaba muy molesto porque consideraba que las artes del hechicero eran cosas demoníacas, y que los habitantes del poblado no debían apartarse de las creencias católicas de ninguna manera. Pero a pesar de los discursos del sacerdote, la gente siguió consultando al chamán a quien le tenían mucha confianza.

Tal desobediencia causó el enojo del religioso, quien decidió acudir al brujo para hablar con él. El chamán ya lo estaba esperando, su poder de adivinación se lo había comunicado. Cuando entró en su casa el religioso quedó sorprendido ante la cantidad de implementos que utilizaba el brujo para sus curaciones. En el cuarto había hierbas de todas clases, pieles de animales, altares, velas de todos colores, ídolos de barro y muchas cosas más que le eran de gran utilidad para ejercer su hechicería.

El brujo invitó al cura a sentarse, éste aceptó de mala manera y le exigió que dejara de engañar al pueblo con sus creencias diabólicas, y con sus mentiras engañosas. El chamán escuchaba con paciencia muy tranquilo y con una media sonrisa socarrona las palabras que brotaban en torrente de la boca del curita.

Terminada su perorata, el furioso sacerdote decidió irse, pero cuando intentó pararse no pudo hacerlo ¡Se encontraba como pegado en la silla! Mientras tanto el brujo le pedía que se fuera sarcásticamente, pero el pobre sacerdote no conseguiá levantarse por más esfuerzos que hacía. Cuando el chamán consideró que ya se había burlado lo suficiente del cura, realizó una extraña y secreta seña con la mano, dijo unas palabras mágicas, y el curita ya pudo desprenderse de la silla. Inmediatamente y muy asustado, pegó la carrera y salió de la casa.

No paró de correr sino hasta que llegó a la iglesia. Llegó al altar y, pálido y desencajado, empezó a rezar ante la imagen del Cristo que le miraba. Después de lo ocurrido, cesaron las críticas del cura, y dejó que el brujo de Suchitlán ejerciera su magia en beneficio de los habitantes del pueblo.

Sonia Iglesias y Cabrera

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La Laguna de la María

Una leyenda de Colima nos cuenta que hace muchos años vivía un matrimonio que no tenía hijos. La esposa, de nombre María, era sumamente hermosa, y estaba por completo dedicada a las labores del hogar. Por su parte, el marido trabajaba realizando las faenas del campo.

Cerca de la casita en donde vivían se encontraba una hacienda grande y bien cuidada. En cierta ocasión, los dueños de la hacienda organizaron un baile y decidieron invitar a sus amigos y a los vecinos que habitaban relativamente cerca de la haciendo. Sin embargo, el esposo de María tomó la decisión de no acudir al festejo, ya que consideraba que los dueños de la hacienda no eran sus amigos y pertenecían a otra clase social. Pero como el hombre era muy educado, pensó que sería correcto ir a la hacienda para avisar a los dueños que no podrían ir y darles las gracias por la invitación.

Salió de su casa con el propósito de regresar inmediatamente que hubiese cumplido con la tarea. Dio un beso en la frente a su mujer, y echó a caminar por un sendero. María se quedó en casa esperando el regreso de su amado. Pero el tiempo pasó y el hombre no regresaba. Ya hacía cinco horas que el marido había partido. La mujer estaba muy preocupada y muy celosa, y se imaginaba lo peor. ¿Con qué mujer se habría ido su hombre?

La trágica laguna de la María

En su terrible desesperación, María invocó al Diablo para que le trajera a su esposo a cambio de su alma. El Diablo apareció de pronto, y muy contento,  se llevó a la mujer celosa. La mató y la metió en una fosa cerca de su casa. Al poco rato el marido regresó y no encontró a María, la buscó y, ante el fracaso de su búsqueda, decidió pedir la ayuda de los vecinos. Uno de ellos descubrió la fosa donde el Diablo había enterrado a la muchacha, la abrieron pero dentro no había nadie, pues el Diablo se había llevado el cuerpo a una laguna cercana. Nunca más la volvieron a ver. Pero la laguna recibió desde entonces el nombre de Laguna de María, por instancia y órdenes subliminales del Chamuco.

Sonia Iglesias y Cabrera