Algunos testimonios nahuas que retoman la mitología teotihuacana cuentan que una vez creada la Tierra, y después de haber pasado por varias etapas creativas, se le encomendó a Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, la creación de los seres humanos que poblarían al mundo en el Quinto Sol; es decir en la quinta era.
Para ello, el dios descendió al Inframundo, al Mictlan, en busca de los huesos que habían dejado las antiguas y desaparecidas generaciones de hombres que habían vivido en las cuatro eras anteriores. Después de mucho disputarse los huesos ya que Mictlantecuhtli, el Dios del Mictlan, se oponía que a Quetzalcóatl se los llevase, éste acabó por obtenerlos y emprendió su salida del Inframundo. Pero Mictlantecuhtli, no conforme con ello, hizo un hoyo en el que el dios cayó, con la consecuencia de que los huesos se rompieron al caer. Desesperado, el dios juntó los huesos y se dirigió a Tamoanchan, lugar donde se encontraban los dioses creadores.
Quetzalcóatl le entregó los huesos a la diosa Quilaztli (o Cihuacóatl), quien los molió y les dio vida al mezclarlos con masa de maíz que llevaba la vitalidad necesaria para dar vida. En seguida, el dios roció la masa divina con sangre de su pene, y aparecieron los pobladores del Quinto Sol en una cueva que comunicaba con el interior de la Tierra, localizada debajo de la Pirámide del Sol. Así dio inicio Nahui Ollin, Cuatro Movimiento destinada a desaparecer a causa de un terrible temblor de la Tierra.
Otros datos históricos
El lugar donde fueron creados los dioses, nombre que le otorgaron los mexicas a este increíble sitio llamado Teotihuacan, pues su verdadero nombre nos es desconocido, fue el centro urbano más grande de Mesoamérica durante el Período Clásico (200d.C. a 900 d.C.). Teotihuacan se encuentra situado al noreste del Valle de México, cerca del desaparecido Lago de Texcoco.
Teotihuacan fue la primera ciudad del Altiplano, cuyo trazo fue medido siguiendo el rumbo del Sol. Para el año 400 era la mayor de las ciudades: media veinte kilómetros cuadrados y contaba con 100,000 habitantes. Fue el poderoso Estado que dominó la parte central de Mesoamérica durante seis siglos, para acabar completamente arrasada hacia el año 650, consumiéndose los registros y libros testimoniales que pudieron habernos contado su historia y cultura. De la cosmovisión teotihuacana saldrá el modelo cosmogónico que será la base para muchas otras culturas mesoamericanQuilaztlias, y aun de las que subsisten en nuestros días, herederas de esta excepcional cultura teotihuacana.